Sin existencias
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Este no es un libro de predicación y promoción de derechos humanos o, al menos, no lo es en forma directa y paladina. Se dedica a su historia hasta el presente, marcando las distancias entre filosofía, política e historia de los derechos a los efectos de dejar constancia de que el autor no se hace ilusiones sobre lo que la profesión de la historiografía pueda conseguir. Sin embargo, convencido de que nada, ni siquiera los derechos, escapa a la historia, propone una vía de trabajo que quiere contribuir a la historiografía crítica sobre aquellos concretos derechos que se predican distintivamente como humanos.
La historiografía del derecho internacional en general y, muy en particular, aquella que concierne a su cuerpo normativo de derechos humanos, no suelen hacerse mucho eco de incertidumbres ni perplejidades. Ha de decirse que, al menos la segunda, no resulta por lo común muy realista. Si se la confronta con la historia sin más, con sus evidencias palmarias, la historiografía convencional de los derechos humanos suele ser sencillamente inverosímil. Pero las formas idealizadas de escapismo cultural guardan una especial capacidad de resistencia frente a la dura realidad. Bien estaría si resultasen inocentes. Pero el caso es que, igual que encubren la historia de un ayer más o menos ya remoto, puede que igualmente ofrezcan cobertura a los peores desafueros de hoy.
El camino hacia las políticas más inhumanas está empedrado de las intenciones más humanitarias. Con esto, inhumanidad y humanidad se funden, lo que es más que confundirse y confundir. Por su parte, a estas alturas, la historia idealista de los derechos humanos es uno de los mecanismos que sirven más eficazmente, como mínimo, para enervar y, como máximo, para neutralizar su defensa y promoción. El camino de la inhumanidad también lo asfalta la academia. Este libro quiere salir al paso, con historia en la mano, de tales derivas.