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De la vida cotidiana a los nuevos escenarios de la política internacional, la violencia, en sus distintas dimensiones, aparece por todas partes de una forma inquietante y continua. A partir de ahí, el presente volumen trata de analizar la especificidad del derecho positivo nacido con el Estado moderno entendido como sujeto soberano, y aborda la violencia ilegítima ejercida fuera de los límites de ese Estado a partir de su contrapartida: ella misma, pero empleada aquí de forma legítima. De ahí se desprende, así, no sólo la fragilidad de los límites entre el derecho y la violencia, sino también el hecho de que, entre ambos, la cultura jurídica ha pretendido establecer una diferencia que, a la postre, constituye una absurda paradoja. A la vista de esto último, y según siga imperando el concepto de soberanía, el derecho seguirá siendo muy semejante al objeto que quiere regular la violencia y en consecuencia, el pacifismo no será posible a menos que la apuesta de una nueva diferencia respecto al derecho sea la de búsqueda de unas nuevas normas de convivencia. Para elaborar todo esto, el autor de este libro utiliza diversos planos de conocimiento, que finalmente acaban excediendo el restringido a las relaciones entre el derecho y la violencia, e invita a los juristas a entrar en el debate pluridisciplinario de los principios y categorías que tradicionalmente usan sin atender a sus raíces en otros terrenos culturales.
