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A la maroría de las personas en términos generales no nos llama la atención lo relativo a las normas de circulación, hasta que un día tenemos una colisión o algún pariente o amigo sufre un accidente de tránsito. Las personas menores de edad; niños, niñas y adolecentes, al igual que los adultos son protagonistas de colisiones y, si es tedioso esperar a la policía de transito para que levante el formato o parte policivo; no se diga menos cuando un niño de cinco años que conduce bicicleta impacta su vehículo en la parte delantera hacíendole una abolladira al frágil metal de la carrocería del auto ocacionándole daños considerables. Usted queda a merced de los padres quienes viendo su hijo lesionado; piensan en inmediato en el pago de la radiografía y de todos los gastos de atención medica; adicional al costo de la nueva bicicleta por que ala de su hijo quedó en pérdida total.
